Instrucciones1. Vacíe el cajón conflictivo y luego examine el mueble. ¿Está descentrado o torcido? Reposiciónelo de ser necesario. Los cajones suelen atascarse en un mueble chueco.2. Cambie el cajón atascado de posición con otro cajón del mismo mueble. Con frecuencia esto resuelve el problema.3. Si eso no ayuda, mire dentro de la apertura donde se desliza el cajón. ¿Hay alguna obstrucción, como algún objeto que haya caído allí inadvertidamente? Retírelo si ese es el caso. Pero también puede tratarse de una protuberancia o clavo en la madera, en cuyo caso habría que lijar y/o martillar hasta eliminar el bulto dejándolo al ras del resto de la madera. 4. Si no encuentra ninguna obstrucción, lije suavemente los bordes interiores del cajón y de las guías de madera sobre las que descansa en el interior del mueble. Luego lubrique estos cantos con parafina, cera de abejas o una barra de jabón. Si el cajón es metálico, limpie los bordes con un paño seco y aplique una pequeña cantidad de aceite lubricante.5. Si se hunde la base del cajón, produciendo el atascamiento, retire esa madera del fondo (de ser posible). Luego gírela antes de reinsertarla en el cajón. 6. Si una de las esquinas o lados está suelta, péguela en su lugar con cola para madera. Sostenga los lados juntos con una abrazadera mientras se seca el pegamento.7. Como último recurso, si todo ha fallado, considere lijar bien un lado del cajón, para que entre suavemente en el mueble.El exceso de humedad ambiental hace que la madera se hinche y con frecuencia provoca atascamientos de cajones y puertas. La aplicación de cera, como la de abejas, o de parafina, sella la madera y ayuda a prevenir la hinchazón producida por dicha humedad.
martes, 10 de marzo de 2009
Instrucciones1. Vacíe el cajón conflictivo y luego examine el mueble. ¿Está descentrado o torcido? Reposiciónelo de ser necesario. Los cajones suelen atascarse en un mueble chueco.2. Cambie el cajón atascado de posición con otro cajón del mismo mueble. Con frecuencia esto resuelve el problema.3. Si eso no ayuda, mire dentro de la apertura donde se desliza el cajón. ¿Hay alguna obstrucción, como algún objeto que haya caído allí inadvertidamente? Retírelo si ese es el caso. Pero también puede tratarse de una protuberancia o clavo en la madera, en cuyo caso habría que lijar y/o martillar hasta eliminar el bulto dejándolo al ras del resto de la madera. 4. Si no encuentra ninguna obstrucción, lije suavemente los bordes interiores del cajón y de las guías de madera sobre las que descansa en el interior del mueble. Luego lubrique estos cantos con parafina, cera de abejas o una barra de jabón. Si el cajón es metálico, limpie los bordes con un paño seco y aplique una pequeña cantidad de aceite lubricante.5. Si se hunde la base del cajón, produciendo el atascamiento, retire esa madera del fondo (de ser posible). Luego gírela antes de reinsertarla en el cajón. 6. Si una de las esquinas o lados está suelta, péguela en su lugar con cola para madera. Sostenga los lados juntos con una abrazadera mientras se seca el pegamento.7. Como último recurso, si todo ha fallado, considere lijar bien un lado del cajón, para que entre suavemente en el mueble.El exceso de humedad ambiental hace que la madera se hinche y con frecuencia provoca atascamientos de cajones y puertas. La aplicación de cera, como la de abejas, o de parafina, sella la madera y ayuda a prevenir la hinchazón producida por dicha humedad.
jueves, 3 de enero de 2008
LA LIJA QUE LIJA
Quién no a sufrido el calvario de esa puerta que por causa de la humedad o el cambio de estaciones se ha hinchado y roza continuamente contra el suelo, trabándose de golpe y haciendo que en nuestro impulso por entrar en la habitación, nos demos un trompazo en toda la cepa la oreja.
Siempre estamos diciendo que la tenemos que arreglar pero el solo hecho de pensar en sacarla, limarla y volverla a colocar(con lo que cuesta encarar las bisagras)hace que lo vayamos demorando "Sine Die" y sigamos dándonos el trompazo de rigor todas la mañanas a las siete cuando cegados de legañas nos dirigimos al baño.
Cesad en vuestras cuitas. He aquí la respuesta a vuestras plegarias. Un simple pliego de papel de lija os librará de partiros los morros contra el maligno canto de la puerta.
Tomad una hoja de lija gruesa (recomiendo comenzar con un numero 3), introducirlo bajo la puerta justo donde esta empieza a atascarse. Sujetarla a ambos lados con los pies y comenzar a moverla de un lado a otro con firmeza hasta que comience a pasar con holgura.
Según vaya deslizándose, ir desplazando la lija hacia la zona de atasco hasta que poco a poco la dejemos completamente suelta.
Parece mentira lo rápido y sencillo que habremos solucionado un problema que nos tenía quitado el sueño, con un esfuerzo y gasto mínimo.
(Nota para nota) si queremos rematar la faena y que la puerta se deslice como una seda, pondremos la lija que hemos usado boca abajo y frotaremos sobre el papel una pastilla de jabón lagarto y haremos pasar la puerta sobre esta. "Mano de santo, oiga". Como se vé en la foto, se puede hacer hasta en pantuflas.